Este número de Espacio Apícola está especialmente dedicado a lo que hemos dado en llamar la "reconversión de la actividad apícola en la Argentina". La expansión de la frontera agropecuaria sigue marginando la actividad apícola hacia zonas climáticamente más riesgosas y menos productivas. El apicultor argentino tiene como alternativas migrar o bien a reconvertir su actividad, aprovechando el conocimiento de la flora apícola y manejo que tiene de las colmenas, hacia otras producciones o servicios que pueda brindar. En esta oportunidad centramos nuestro interés en desarrollar una Tecnología de Polinización de Girasol, que es mucho más que un simple traslado de colmenas bien pobladas y con abundante cría...
Editorial
RECONVERSION DE LA ACTIVIDAD
(Córdoba, 25 de abril de 2009) Además de la posibilidad de desarrollar la actividad apícola en zonas todavía no agriculturizadas, los apicultores debemos insistir en todos los ámbitos por una urgente reconversión del sector agropecuario que nos incluya.
En esa reconversión un papel preponderante de la apicultura debiera ser el de la polinización, recientemente desempolvada por los técnicos del Plan Estratégico Argentina Apícola. Para ello el desafío esta en involucrarse en modelos productivos con distintos sectores frutihortícolas y granarios que apunten a la diversificación de cultivos y otras producciones primarias.
Estas son "cadenas de valor", no sólo por la variable "precio" que pueda alcanzar un producto más "sano" y hasta diferenciado, sino por los beneficios concomitantes que el Estado dice valorar como son el mejoramiento del suelo, del ecosistema, la protección de la biodiversidad, la responsabilidad ambiental y la responsabilidad social empresaria en la medida que generemos fuentes de trabajo sustentables.
Si éste es el objetivo, sólo hay que planificarlo y facilitar su ejecución. El productor agropecuario que incursione en este modelo, debiera estar en mejores condiciones de comercialización de su cosecha y gozar de los mismos beneficios impositivos, desde promociones hasta derechos de exportación, que aquel que industrializa un producto. Sólo con ese beneficio estaría en capacidad económica de contratar los servicios de polinización del nuevo modelo productivo y los demás aspectos tecnológicos a implementar. Luego, si su volumen y calidad de producción mejoran, el productor tendrá una mejor renta y el Estado una fuente de ingreso más genuina que el mero incremento de las alícuotas.
La expo de Río Cuarto, entre otros temas, apunta a dar a conocer la importancia de la polinización y promocionarla desde la experiencia de aquellos que llevan años incursionando en el mejoramiento de este servicio para que sea reconocido y pueda sostenerse en el tiempo. Los trabajos publicados en esta edición demuestran una vez más los beneficios indispensables para la Argentina que es capaz de brindar su apicultura. Te esperamos en Río Cuarto el 15, 16 y 17 de mayo.
Fernando Luis Esteban
Director